Autor: Antonio Aradillas
Editorial: Liber Factory
Todo el mundo quiere saber exactamente qué le pasa por la cabeza al Papa Francisco, sobre todo después de gestos que ha mostrado o palabras que ha emitido que llevan a pensar en su intención de reformar la Iglesia, entre otras cuestiones. Ésa es precisamente la intención del padre Antonio Aradillas en ‘Autobiografía soñada del Papa Francisco’, donde intenta encarnar al Pontífice en distintos momentos desde su elección para el cargo.
A la hora de escribir el libro, Aradillas intentó identificarse con el Papa en sus sentimientos, pensamientos, guetos y programas. Así, comienza por explicar la elección de Jorge Mario Bergoglio del nombre de Francisco para guiar a la Iglesia católica, creyendo que «no se elige el nombre, sino que éste es el que predestina, sella y marca a quien ha de llevarlo». Entre otros motivos, expone, además de todo lo que le exige el nombre por ser el mismo que el de Francisco de Asís, que lo eligió por sus «no pocos» comportamientos, gestos y palabras suyas que poseen perfiles franciscanos.
La humildad de la que ha dado muestra en sus primeras actuaciones, como su decisión de residir en la casa de huéspedes del Vaticano en lugar de la residencia papal usada por sus antecesores desde 1903, se pone de manifiesto en esta obra, en la que el Papa se muestra «sonrojado y profundamente abochornado» al saber que la revista ‘Forbes’ le había situado entre las cien personas más destacadas del mundo.
Asimismo, muestra la firme convicción de Francisco por «no escatimar esfuerzos en la programación de la renovación de la Iglesia». Para justificar las actuaciones del Papa, el autor argumenta, siempre en primera persona, que los cambios que necesita la Iglesia son, precisamente, «demanda de la fe y de la historia». «La modernidad es –debe ser– inherente a la idea de la Iglesia y uno de sus más firmes dogmas, con la ventaja de que no precisa de declaración oficial alguna», afirma el autor de esta autobiografía papal.
En esta línea, Aradillas recoge el desacuerdo de Francisco de que la Iglesia no reconozca el papel de la mujer y su intención de que esta situación cambie. «¿Podría hoy, con legitimidad y evangelio, llamarse ‘Iglesia’ y además ‘católica’ una institución en la que ella mujer se siesta proscrita, alejada de los organismos de responsabilidad y dirección por el hecho de ser mujer y para muchos objeto y sujeto de pecado?», plantea.
Todas estas y una larga lista de cuestiones planteadas directamente o deducidas de las palabras y los actos de Jorge Mario Bergoglio se exponen en este libro, con un estilo ágil dado por el uso de la primera persona a modo de reflexión y que puede abrir un debate en el pensamiento de sus lectores, católicos o no. Por ello, aquellos apasionados por el trabajo emprendido ya por el Papa Francisco en diversos ámbitos o para quienes les cause curiosidad saber qué piensa sobre algún tema, tienen una pequeña ventana abierta al conocimiento con esta obra.