Libro: ‘Así habló don Quijote. Una visión actual de un libro eterno’
Autor: Gabriel Elorriaga Fernández
Editorial: Glyphos Publicaciones
Por Julián Plana
Celebraciones y conmemoraciones suelen dejar obras perdurables. Los juegos olímpicos, que son ambas cosas, nos dejan estadios y pabellones deportivos e incluso nuevas vías urbanas y edificios polivalentes. Las victorias, arcos de triunfo; que no siempre recuerdan a quienes los admiran exactamente unos precisos sucesos…
Menos mal que la escasa y desagradecida conmemoración de los cuatrocientos años de la brillante segunda parte del Quijote, así como de la casi simultánea muerte de Cervantes, nos ha dejado en las manos este libro estelar. Sí, un libro en la estela inextinguible de don Miguel y don Alonso.
(Por cierto, y hablando de conmemoraciones, el mismo 2016 hizo ninguno menos de sesenta años desde que Gabriel Elorriaga Fernández y el que está escribiendo estas líneas se conocieron y empezaron a colaborar, no siempre sin divergencias).
Tengo dicho a Elorriaga, y por más de una vez, que da la impresión al lector de que escribe como se respira; con la misma naturalidad, adecuación a la ocasión y eficacia funcional. Lo que no quiere decir que no sea perfeccionista aunque nadie lo advierta. Porque conservo el recuerdo de cuando Gabriel dirigía la revista universitaria La Hora y, en la imprenta los días de cierre, tenía nada menos que al magnífico escritor Daniel Sueiro sentado al lado de un linotipista, corrigiendo una y otra vez los pies de imágenes para que coincidiera la longitud de todas sus líneas y no quedara corta la última.
Este libro en concreto se parece extraordinariamente a su autor. Concienzudo, elegante, como él califica y muestra luminosamente en su texto el pensamiento de don Quijote. Dialéctico, como la interacción Quijote-Sancho, Cervantes-sociedad de su tiempo (y aun del nuestro), España-mundo…
Una foto de su autor con este libro en las manos sería una redundancia.
No haré destrozo (o spoiler, como se dice ahora) de este libro, que ha de ser leído. Me limitaré a decir que no deja elemento en presencia sin algún comentario dos veces bueno. Del concepto de novela a la reciente individualizada sepultura de los restos de Cervantes, de don Alonso al ilimitable femenino, de Clavileño a las galeras de Barcelona, de la hidalguía a las bibliotecas tapiadas; de aquellos tiempos a hoy mismo.
Así habló don Quijote, sí. Y así escribe don Gabriel.