La aparición de Internet ha abierto diferentes vías de comunicación entre las personas, vías que desconocen de distancias y de fronteras. Esto gusta a muchos y asusta a otros.
Antes de la celebración del G8, el encuentro de los secretarios generales de algunos de los países más potentes del planeta, económicamente hablando, se han reunido en París los líderes de Internet junto a representantes de industrias tradicionales y del gobierno francés.
Los temas tratados fueron la importancia de Internet en la economía y el crecimiento económico; su regulación o no; la actitud que deben tomar los gobiernos en cuanto a su desarrollo y, por último, el papel que desempeña la Red en la transformación de otras industrias.
En cuanto al primer punto quedó claro que Internet favorece de forma notable a la economía y el crecimiento de ésta, al menos así sucede en los 13 países a los que aludía el estudio realizado, ya que supone el 3´4% del PIB, un 20% del crecimiento del PIB en los últimos cinco años.
En lo que respecta al control, a las limitaciones de navegación, hubo más divergencias. Por un lado el presidente francés Sarkozy y las industrias tradicionales se declararon partidarios de imponer ciertas restricciones por parte de los gobiernos. En el otro bando se situaron los representantes puros de Internet, que abogaban por lo contrario, por la no regulación o la navegación libre.