En una entrevista concedida por el sacerdote asturiano al diario El País, señala éste que “no hay razón alguna para excluir a la mujer del orden sacerdotal”. De hecho, hace ya algún tiempo, el Padre Ángel apostó que, en menos de 5 años de mandato, Benedicto XVI admitiría el sacerdocio femenino. No obstante, el 15 de julio de 2010, la Iglesia romana reformó su código para endurecer las penas contra los delitos internos y la ordenación sacerdotal de mujeres fue situada como delito.