
Un total de 7,8 millones de escolares y universitarios aprenden español como lengua extranjera en Estados Unidos, según datos de la Asociación de Lenguas Modernas norteamericana, que en una reciente encuesta confirmaba que es el idioma más estudiado en las universidades estadounidenses, por delante del francés y el alemán. En todo el mundo, nuestro idioma se sitúa como segunda lengua de comunicación internacional tras el inglés y también en el puesto de plata en número de hablantes nativos, pisando los talones al chino, además de seguir al inglés y al chino en Internet.
En total, la población hispanohablante de Estados Unidos alcanza los 50 millones, sin incluir a la población de Puerto Rico, pero lo relevante es que el español se abre paso entre las excelentes universidades de la Costa Este, de forma que los que ocuparán altos cargos el día de mañana, hoy se afanan en aprender nuestro idioma como un valor añadido para su currículum. Otro detalle del poder y el atractivo del español es que Brasil, tras una ley federal de 2005, obliga a todos los centros de enseñanza media a impartir clases en español.
Según explicó a ABC el profesor José Luis García Delgado, al idioma español sólo le queda cotizar en Bolsa para mostrar su rentabilidad. Cerca del 3% es el porcentaje que aportan las industrias culturales al Producto Interior Bruto (PIB) de España y que crecen cerca de un 200% los intercambios bilaterales por el hecho de que una veintena de naciones compartan un idioma, como sucede con el español.
La fortaleza y el enriquecimiento continuo de nuestra lengua reside en que el 80% de los términos usados son comunes a todos los países que lo hablan, como destaca el secretario de las Academias Americanas, Humberto López Morales. El escritor mexicano Alfonso Reyes, a principios del siglo XX, dijo: «Si el orbe hispano de ambos mundos no llega a pesar sobre la Tierra en proporción con las dimensiones territoriales que cubre, si el hablar la lengua española no ha de representar nunca una ventaja en las letras como en el comercio, nuestro ejemplo será el ejemplo más vergonzoso de ineptitud que pueda ofrecer la raza humana».