La Iglesia puede ser una de las mejores marcas de la Historia, con el mejor de los beneficios: la vida eterna; el mejor precio, gratis total, la mejor marca: la cruz; el mejor manual de instrucciones, más leído y editado de la historia: la Biblia, y delegaciones en todas las ciudades y pueblos, así como grandes hombres encargados de su comunicación, como Moisés. Gonzalo Fernández, en un artículo publicado el pasado marzo en PRNoticias titulado «Las Relaciones Públicas según Moisés», recuerda estas ideas del publicista Tony Segarra sobre la Iglesia y la publicidad.
Según el periodista, la Biblia contiene innumerables ejemplos de cómo la Comunicación y las Relaciones Públicas pueden cambiar el rumbo de la Historia. «En sus orígenes, uno de los precursores de lo que fuera loa religión católica también hizo uso de las relaciones públicas de la mano de Moisés. Muchos han sido los que han considerado a este personaje bíblico uno de los primeros ‘relaciones publicas’, no sólo de la religión, sino también de la Historia», escribe Gonzalo Fernández.
Así, recuerda que Moisés se convirtió en el encargado de guiar al pueblo de Israel en su éxodo desde Egipto en camino de la tierra prometida y que, algunos, le han llegado a denominar como un portavoz del poder, al convertirse en el mediador entre las exigencias de su pueblo, y el faraón Egipcio y hermano suyo, Aarón.
El periodista señala también que hay quien ha querido hacer una analogía entre estos dos personajes con la figura del actual director ejecutivo y el director de Comunicación, por lo que Moisés estaría encargado de informar al faraón Aarón de las necesidades y peticiones del pueblo y de dar a conocer a la población los mensajes del faraón. «Moisés hizo uso de algunas de las técnicas y herramientas más comunes en la praxis de las relaciones públicas», señala en el artículo.
Como ejemplo de ello, pone que hizo uso de sus influencias con los mandatarios egipcios para pedir la liberación de los hebreros en Egipto; hizo que el pueblo se organizara y se revelara de una forma pacífica ante los gobernantes egipcios; materializó los objetivos a conseguir en las famosas ‘Tablas de la Ley’, una ‘hoja de ruta’ a seguir por el pueblo. Asimismo, subraya que llamó a las plagas para desolar Egipto como método de presión para pedir al Faraón la libertad de los hebreos, en lo que cree que puede llegar a considerarse una acción de marketing de guerrilla.