Por Antonio Regalado
Cuatrocientos años después -tras tres centurias de silencio- la ilusión renace. El IV Centenario de la muerte de Domenicos Teotocopulus (7 de abril de 1614) ha concitado la unanimidad. La unanimidad de todos. La presidenta de Castilla-La Mancha abrió la efemérides en el salón de Actos del Museo Nacional del Prado, proclamando, «urbi et orbi» que empieza el año del GRECO, de Toledo, de Castilla-La Mancha y de España. María Dolores de Cospedal, vestida de azul marino, invitó a todos a visitar la capital regional durante los próximos 365 días para comprobar que «no estamos ante una época de cambio sino ante un cambio de época». La celebración es la mayor oportunidad para atraer turismo, generar riqueza y crear empleo. Así de claro. La fuerza del «efecto Greco» se proyectará también en el propio Museo del Prado y se extenderá a Madrid, Valladolid, Cuenca, Sigüenza, Orgaz e Illescas.
El aforo se quedó cortó para albergar a un colectivo rendido al artista renacentista que más ha influido en la pintura moderna desde Cezáne a Picasso. La Junta, el Ayuntamiento y la Fundación creen sinceramente que el emigrante de Creta puede dar un impulso económico cultural definitivo a toda la región. Un acontecimiento histórico. Una oportunidad excepcional. Nunca hubo un consenso tan amplio entre la administración y la sociedad civil para que, en tiempos de crisis, todos remen juntos y en la misma dirección. Una causa sin sello partidista.
José Pedro Pérez Lorca, presidente del patronato del Museo del Prado, declaró «que ésta es la casa del Greco» porque aquí se conserva el grueso de su obra y acaba de restaurarse una de sus obras cumbres. «El expolio de Jesús». «El Greco» -dijo- «forma parte del ADN de este Museo. El Greco está en su casa». Recordó que fue su padre quien probó científicamente que Doménicos Teatocopulus sufriera astigmatismo.
Y habló de oportunidad, de universalidad. Porque el genio cretense trasciende a las modas y al tiempo.
Gregorio Marañón y Beltrán de Lis presentó un programa ambicioso. Exposiciones, conferencias, conciertos, publicaciones, teatro de calle… todo para conocer y reconocer la genialidad de nuestro ilustre inmigrante. Y no nos olvidemos que, por vez primera, la consejería de educación, ha preparado unos textos para ilustrar a nuestros niños.
El Greco de Toledo, de C-LM y de España debe mucho a la iglesia, que, en plena contrarreformas apadrinó sus obras, realizadas desde la libertad… Una libertad que le costó primero la incomprensión y luego el olvido. Desde hoy, su obra estrella, «El expolio», podrá visitarse en la sacristía de la catedral, totalmente restaurada. La iglesia fue el mecenas principal de un pintor incomprendido e incomprensible.
Marañón habló del tiempo y del espacio -de los espacios- que se han articulado en todas direcciones para que este evento sea al menos tan importante como el IV Centenario de El Quijote. Un detalle: de los 64 millones dedicados a don Miguel, el cretense contará con 14. Imaginación frente a la crisis.
Estamos ante el proyecto cívico más importante de nuestro tiempo que convertirá a Toledo en la verdadera capital de la cultura europea y universal. El alcalde de Toledo, Emiliano García Page, al que el protocolo le privó de cinco minutos de gloria, reconoce que «éste es un proyecto ilusionante que nos proyecta al futuro».
El ministro del Cultura y Educación, José Ignacio Wert, subía al estrado con los ecos de la bronca de los hombres y las mujeres del cine en la noche anterior. Pero no se arredró. Habló de colaboración entre las administraciones públicas y la empresa privada para recordarnos que «El entierro del Conde de Orgaz» y «El caballero de la mano en el pecho», «describen perfectamente la raza y la esencia de la vida castellana. Nos guste o no».
Al acto no faltó nadie. Allí estaban, en primera línea, Vicente Tirado, Ana Botella, Ángel Fernández, el obispo auxiliar de Toledo, el presidente de los empresarios, Ángel Nicolás, Felix Ramiro, Luis Cobos y el chef Pepe Rodríguez.
Quizás pueda parecer exagerado equiparar a Cervantes y al Greco. Pero como bien dijo la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, en uno de sus discursos más sentidos de su carrera, «los dos representan el idealismo y los dos son, sobre todo, hombres de la Mancha».
El viernes, las campañas de Toledo repicarán a gloria para anunciar la buena nueva: ha empezado el año del Greco, el año de Toledo, el año de Castilla-La Mancha. Y el año, de España. Lo relanzaremos en FITUR. 365 días para honrar al más ilustre de nuestros inmigrantes. Bienvenidos a Toledo. Bienvenidos a casa. El greco es nuestra Marca.