La Marca España se está beneficiando del prestigio de los cocineros españoles que se está extendiendo por el mundo y gracias a los restaurantes que estos afamados chefs están abriendo en diversos países. Londres, Hong Kong, Shangai, París, Sao Paulo y Bombay son sólo algunas de las ciudades que tienen la suerte de degustar la cocina española, algo que beneficia a los productos españoles, como el aceite de oliva, el jamón, las aceitunas, los vinos, las cervezas o las conservas, que se abren a estos nuevos mercados.
Un invento tan español como la tapa es algo que ofrecen muchos de estos establecimientos y que el chef Ferrán Adriá está trabajando, desde el pasado mes de marzo junto a la Fundación Alicia y la cervecera Damm, para extender este concepto a nivel internacional como producto de calidad y como forma de vida, según publica Abc. Si el modelo de pizzería o de trattoría triunfa en todos los países asociado a Italia, o el de los bistrós y brasseries asociado a Francia, o las barras de sushi a Japón, no hay motivo para que los auténticos bares de tapas españoles no se puedan exportar con éxito.
Esta idea de que en todos los lugares del mundo se asocie la tapa a España lo están trabajando muchos chefs españoles que triunfan por el mundo. En un lugar destacado está el asturiano José Andrés, que desde hace años tiene un gran reconocimiento en Estados Unidos, con restaurantes en Washington, Los Ángeles y Las Vegas, a donde ha llevado el concepto de la tapa, siendo incluso proclamado mejor chef de Norteamérica en 2011. También en Estados Unidos, concretamente en Nueva York, está estos días el andaluz Dani García (dos estrellas Michelin por Calima, en Marbella) y que está a punto de abrir un restaurante con el nombre de Manzanilla y una fórmula de tapas y raciones.
Martín Berasategui y el desaparecido Santi Santamaría, ambos con tres estrellas, fueron de los primeros en salir al exterior. El primero asesora a restaurantes en Shangai y hoteles de la cadena Paradisus en México y República Domincana y el segundo abrió establecimientos en Dubai y Singapur, donde falleció hace dos años. Carme Ruscalleda, tres estrellas en San Pol de Mar, mantiene en Tokio su restaurante Sant Pau, que cuenta con una estrella en la guía roja de la capital japonesa, y Sergi Arola asesora a restaurantes en París, Sao Paulo, Santiago de Chile, Bombay o Sintra y el año que viene también a un hotel de lujo en Verbier (Suiza), además de que ha abierto en Hong Kong otro establecimiento con su segunda marca, más informal, Vicool.
También en Hong Kong está el almeriense Alejandro Sánchez y desde hace cinco meses Paco Roncero (dos estrellas) asesora a View 62, en lo alto de un rascacielos de más de 200 metros. En Singapur ya funciona un restaurante de tapas y cocina catalana que lleva el nombre de Catalunya y que dirige Pol Perelló, que estuvo varios años en la cocina de El Bulli, siendo en Iberoamérica donde más presencia española hay.
Algunos ejemplos del éxito de cocineros españoles en latinoamérica son el chef Ramón Freixa (dos estrellas Michelin) tiene un local de tapas en Cartagena de Indias (Colombia) y los hermanos Torres, Sergio y Javier (una estrella) llevan un restaurante en Sao Paulo y otro en Río de Janeiro, llamados Eñe, donde combinan cocina española e ingredientes amazónicos.
Y también la cocina española triunfa por Europa: en Londres lleva ya unos años José Pizarro, propietario de un bar de tapas, sin mesas, donde la gente come de pie y en el que sirve más de 1.600 comidas a la semana y un restaurante con cocina más formal y Nacho Manzano (dos estrellas Michelin) asesora a dos establecimientos llamados Ibérica, de tapas uno, de cocina más actual el otro. A la capital de Reino Unido desembarcará en breve Marcos Morán (una estrella Michelin) con su Hispania en Lombard Street, el corazón financiero de la ciudad, y Elena Arzak (tres estrellas), que en febrero abrirá Ametsa (sueño, en euskera) en el lujoso hotel The Halkin, en el barrio de Belgravia. Otros cocineros españoles que planean salir al exterior son Albert y Ferrán Adriá, que podrían exportar Tickets (su local de tapas) y 41º (su coctelería) a Londres.