El ecommerce mueve cerca de 9.000 millones de euros anuales en España, lo que supone un promedio de algo más de 300 euros por usuario de Internet, según calcula el experto en tecnología digital, fundador y director ejecutivo de la consultora y plataforma de inversión Magma Growth, Jordi Ferrer, quien cree que el potencial de crecimiento del comercio electrónico en nuestro país es «enorme», aunque todavía estemos lejos de los más de 1.000 euros mensuales que gastan, por ejemplo, los británicos o australianos.
Así, el que fuera director general a nivel global de TNS Digital, una de las mayores empresas de investigación de mercados del mundo, considera que el mercado de ecommerce en España no ha hecho más que despegar, ya que en términos de penetración de Internet España en línea con los países del sur de Europa, «muy por debajo de nuestros vecinos del norte o de los países asiáticos más desarrollados digitalmente, como Corea y Taiwán». En este sentido, destaca que somos uno de los países con una mayor adopción del móvil como medio para conectarse a Internet.
Este profesor del IESE explica que lo que más compramos en la Red son viajes, material deportivo, electrónica y ropa. Y de las opciones con las que cuenta el internauta, destaca los modelos de descuento o outlet, las de suscripción, basadas en el asesoramiento personal, los de compras grupales u ofertas, con rebajas de productos y servicios que cambian diariamente, y los ‘marketplace’, un canal online perfecto para productos exclusivos con distribución limitada, pero que aúncuenta con pocos referentes en nuestro país.
Según concreta, un marketplace es una tienda online, pero con un modelo de negocio distinto a una convencional, en el que los clientes compran los productos directamente a las marcas y creadores. «La plataforma es sólo el escaparate donde las empresas muestran sus productos», explica este experto, quien añade que es «ideal» para diseñadores y marcas emergentes o ya consolidadas que cuentan con una distribución limitada y quieren acercar su producto al cliente final.
Además, por lo general, estas plataformas sólo ofrecen descuentos en las épocas tradicionales de rebajas, ya que son un modelo de negocio distinto al de las webs de descuento, outlets online o de compras grupales, según este experto. En este caso, el proveedor sí que ahorra un intermediario (el marketplace no hace un mark up sobre el precio) pudiendo vender sus productos a precios más atractivos, sin que por ello su rentabilidad se vea penalizada.
A su juicio, los consumidores que visitan un marketplace buscan «algo diferente, exclusivo, novedoso, original, que no encontrarán en las tiendas convencionales», tal y como explica en una entrevista en La Vanguardia. En ella, destaca también que los usuarios de estos sitios de comercio electrónico también valoran la garantía y la autenticidad de comprar directamente al diseñador y creador del producto. «Una vez localizados los escaparates más afines a sus gustos y necesidades, el ahorro en tiempo y rastreo es muy importante», concluye.