La investigación española que encontró una explicación a la supernova SN1006 ha sido elegida como segundo hallazgo astrofísico del año 2012 por la revista británica Astronomy, por detrás del bosón de Higgs. Liderado por el científico del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) Jonay González Hernández, el proyecto analizó esa supernova que estalló en la primavera del año 1006, que fue observada por distintas civilizaciones en diferentes partes del globo terrestre y que, según la conclusión del trabajo, se originó por la fusión de dos estrellas enanas blancas.
El suceso en el que se centra la iniciativa de González ocurrió entre el 30 de mayo y el 1 de junio de 1006 y fue visible en La Tierra durante tres años, según los astrónomos chinos. De hecho, un astrónomo egipcio realizó la descripción más precisa que se conoce: fue un fenómeno tres veces más brillante que Venus al emitir luz en una cantidad equivalente a casi una cuarta parte del brillo de la Luna.
Como explica González, el grupo investigador, que contó con la participación de la Universidad de Barcelona y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), realizó una exploración exhaustiva en el lugar donde se produjo y no encontró rastro de una estrella compañera, por lo que la SN1006 invita a pensar que este evento se produjo por una colisión y fusión de dos estrellas enanas blancas de masa similar.
La pista definitiva fue que esta supernova, a unos 7.000 años luz de la Tierra, no posee una estrella compañera de la enana blanca progenitora, lo que llevó a los investigadores a concluir que en este caso se había producido la fusión de dos enanas blancas. De hecho, la explosión producida por la fusión de dos enanas blancas no deja ningún rastro, salvo el remanente de supernova que puede ser estudiado hasta siglos después, como en el caso de la supernova de 1006, una de las únicas cuatro supernovas históricas de este tipo ocurridas en la Vía Láctea.