Cada persona envejece de diferente manera. Envejecer representa un concepto dinámico que engloba el proceso de pérdidas mantenido e irreversible, desigual entre personas, que s produce a lo largo del tiempo de manera continuada, según el doctor especialista en Geriatría y Gerontología René de Lamar. Por ello, este experto expone en un artículo en Canarias7 las diez reglas de oro para envejecer con éxito.
Alimentación. El tipo de comida que hemos ingerido y la dieta que llevamos a lo largo de la vida influye en el envejecimiento. Así que es fundamental seguir una alimentación sana, con muchas frutas, verduras, pescado, granos enteros… y huir de los dulces, el alcohol o el tabaco.
Ejercicio. La actividad física es fundamental a lo largo de toda la vida. Así, este experto aconseja evitar el sedentarismo en la medida que se pueda con los hábitos y posibilidades individuales.
Capacidad de adaptación a los cambios. El envejecimiento impone cambios en las distintas esferas de la vida: física, mental, económica y social. Hay que intentar adaptarse a ellos para envejecer con éxito.
Actividad mental y social. Hay que evitar el «apagón emocional» que con frecuencia genera la jubilación y mantenerse activo social e intelectualmente. Leer, jugar a juegos de mesa, hacer crucigramas y sudokus, quedar con los amigos, visitar a familiares o recibir visitas… son algunas actividades que se pueden realizar para mantenerse activo.
Higiene. Se debe cuidar la higiene personal en todas las etapas de la vida.
Dejar los hábitos tóxicos. Es muy recomendable intentar controlar al máximo y, si es posible, abandonar por completo cualquier hábito tóxico, como fumar o consumir alcohol, entre otros.
Detección de enfermedades. Lamar aconseja acudir con periodicidad al médico y someterse a controles médicos rutinarios y de control para la detección precoz de enfermedades y prevenir posibles complicaciones que generan discapacidad.
No achacar al envejecimiento nuevos síntomas que detectemos sin tener una valoración médica.
Disfrutar de la vida. La actitud es muy importante. Hay que valorar y disfrutar cada día de pequeñas cosas como si fueran enormes.
Además, es muy recomendable ver el lado bueno de las cosas, valorar más lo que tenemos y evitar anclar nuestros pensamientos en las pérdidas y los eventos negativos del pasado.
El geriatra, que firma cada semana un artículo de divulgación médica en CANARIAS7, fue uno de los protagonistas en el acto de honores y distinciones con motivo de las Fiestas Fundacionales de la capital grancanaria. Fue el domingo 23 de junio.
Autor: F.S.A. (Canarias7)
René de Lamar no para. Atiende a sus pacientes (forma parte del equipo médico del Hospital Perpetuo Socorro y tiene consulta propia); acude a congresos sobre su especialidad por medio mundo porque entiende que estar al tanto de los avances médicos y asistenciales es de gran importancia, y consigue que en las 24 horas de un día haya un hueco para entregarse a la divulgación médica. Lo hace en revistas especializadas y desde una década con un artículo semanal en las páginas de Canarias7, donde ha ido creando una legión de seguidores a los que ayuda a entender el lenguaje médico, a afrontar patologías y a hacer de la prevención una de las armas más eficaces para una vida saludable. Una selección de esos artículos aparecerá, debidamente actualizados, en formato de libro en los próximos meses. Y ahora, por si fuera poco, está a punto de convertirse en Hijo Adoptivo de Las Palmas de Gran Canaria.
El Ayuntamiento decidió incluirlo en la lista de honores y distinciones con motivo de las fiestas fundacionales. Ese reconocimiento le permite recordar cuando llegó hace treinta años a la capital grancanaria, primero y durante cinco años como médico de la flota cubana con base en el Puerto de La Luz y Las Palmas y luego, tras hacer la especialidad, decidió cambiar su isla caribeña natal por esta otra isla atlántica en la que se siente a gusto por la hospitalidad y la forma de ser los canarios. «Aquella Canarias de 1985», recuerda René de Lamar, «era muy diferente. No estaba hecho ni el muro que separa el puerto de la ciudad pero para mí fue fascinante, tanto la ciudad como la gente. La forma de acoger al que no es de aquí y la bondad de los canarios hicieron que me enamorase de la ciudad y por eso volví y me instalé aquí».
El nombramiento como Hijo Adoptivo lo recibe como un reconocimiento y «un estímulo para seguir trabajando y cuidando a nuestros mayores, publicando, investigando y tratando de hacer lo mejor para las personas gracias a las cuales está nuestra sociedad donde está. Soy geriatra y mi pasión es la Geriatría, la Gerontología y, por supuesto, esto es un enorme incentivo».
¿Y por qué esa pasión por la Geriatría? Así lo explica el doctor: «Yo hice el internado en Medicina Interna pero siempre me apasionó el misterio del envejecimiento humano. En aquella época hacer la especialidad de Geriatría era algo como raro y muchas veces la gente me preguntaba qué era. Cuando llegué aquí me seguía encontrando con esa pregunta y por eso mi interés en la divulgación a la población. De hecho, en España es una especialidad médica acreditada desde 1977. Es una especialidad deficitaria porque hay pocos geriatras ante el enorme envejecimiento poblacional, porque en el año 2050 España será el país más envejecido del mundo y los medios para la atención a esa realidad que viene son deficitarios».
René de Lamar señala el campo de la neurodegeneración como un aspecto que le interesa especialmente. Y lo aborda no solo desde el punto de vista científico sino teniendo muy presente la calidad de vida del paciente y también de quienes están a su alrededor. Subraya en ese sentido que lo importante es que la persona pueda mantener la funcionalidad, pues algunas patologías son hasta cierto punto inevitables, a razón de una por cada década de vida. «Lo importante es que la persona sea autónoma, que pueda salir, que pueda comprar el pan, que salga con la familia a comer el domingo… Defender y proteger la autonomía y evitar la discapacidad es uno de los objetivos clave de esta especialidad, además de tratar las patologías que se presentan. Desde cualquier edad hay que favorecer el envejecimiento exitoso y saludable, que es una premisa relevante en esta sociedad envejecida. Eso debe ser un objetivo sanitario prioritario».
El ojo clínico, todavía relevante pese a los avances
En cuanto a las patologías, René de Lamar señala que uno de los grandes retos científicos, y también asistenciales, es cómo encarar el alzhéimer. «El primer factor de riesgo no modificable para padecerlo es la edad y teóricamente a partir de los 80 años se incrementa exponencialmente ese riesgo. Pero hay que matizar que no todas las personas que cumplen años, que llegan a nonagenarios o centenarios, tienen necesariamente que demenciarse. A día de hoy el alzhéimer ya está catalogado como la epidemia del siglo XXI, con unos costes que pueden ser más elevados que los del cáncer, de manera que todo lo que podamos hacer para mantener las funciones del paciente, incluso cuando aparece la enfermedad, pues bienvenido sea».
Reconoce René de Lamar que, pese a los avances científicos, sigue siendo importante eso que tradicionalmente se conoce como el ojo clínico, que es fruto de una combinación de intuición y experiencia profesional. «Es muy importante, porque obviamente un diagnóstico precoz ayuda a prevenir la discapacidad. En el caso de las personas mayores, una de las formas de expresarse las enfermedades es a través de los síntomas, lo que se conoce como las cinco íes: incontinencia urinaria; iatrogenia, que involuntariamente se produce por ejemplo con la ingesta de fármaco; inestabilidad; intelecto deteriorado y la inanición, sobre todo con personas que viven solas, que se alimentan mal, que tienen anemia y muchas veces pasa demasiado tiempo desde que estos fenómenos se producen hasta que se detectan».