Desde el “Hola mundo”, la primera nota que supuso el punto oficial de partida, el arranque de Wikipedia, la enciclopedia libre perteneciente a la Fundación Wikimedia, han pasado diez años. Diez años, sin publicidad, sin privatizarse y abierta por cada costado, puesto que son los mismos internautas los que elaboran los artículos, los que los leen y los supervisan. Hay unos 100.000 voluntarios para supervisarlos.
Así funciona, de forma abierta, conviviendo con los elogios y las críticas que eso levanta. Por un lado se le achacan imprecisiones, cierta falta de rigor en ocasiones y por el otro es la séptima página más visitada en el mundo, tiene más de 400 millones de visitas únicas al mes.
Recientemente, hace unas semanas, Jimmy Wales, el valiente que puso en marcha este proyecto, solicitó donaciones a los usuarios para poder mantenerse independientes y, así como quien no quiere la cosa, recibió la suma de unos 12 millones de euros.
La etimología de Wikipedia se forma con la mezcla del hawaiano “Wiki wiki”, que significa “rápido” y el sufijo griego “pedia”, que es educación. Educación rápida, por lo tanto.
Contiene unos 17 millones de artículos en 278 idiomas. La edición inglesa es la más consultada, luego la japonesa y, en cuarto lugar, la española. Por número de artículos la edición española es la sexta, con más de 700.000, y la catalana se encuentra en el lugar decimotercero, con más de 300.000, justo detrás de la edición china.
El éxito es difícil de analizar, nunca hay un solo motivo, pero resulta bastante obvio que Wikipedia, o las enciclopedias de la web en general, cuenta con una ventaja con respecto a las enciclopedias de papel, las de toda la vida: Mientras unas, las de siempre, son fijas a la espera de nuevas ediciones, las otras, Wikipedia en este caso, está constantemente revonándose, subida en el tiempo, incrementando y evolucionando.